Qué ver en Ahillones.
La localidad conserva prácticamente intacta su fisonomía tradicional, en su arquitectura típicamente popular predomina un caserío encalado, uniforme, de una sola planta en su mayoría. En sus calles se pueden apreciar construcciones sencillas provenientes del siglo XVI, así como casas solariegas de este mismo siglo y del siglo XVII. Algunas fachadas mudéjares escondidas tras enlucidos y algunos otros ejemplares del barroco popular, sin dejar atrás algunos ejemplares del modernismo tardío.
En los alrededores perduran las fuentes, pilares, abrevaderos y demás componentes habituales en los núcleos agrarios.
La población tuvo tres ermitas; Nuestra Señora de la Rosa y San Juan, sobre la que se situó un cementerio, desaparecidas en la actualidad y la única que perdura la del Cristo, de portada barroca. La actual ermita es producto de la última remodelación que se produjo a mediados del siglo XVIII.
El monumento más destacado es el templo parroquial de Santa María de los Remedios. Se comenzó a construir a principios del siglo XVI y se terminó en 1566. Su fabrica ha sufrido reparaciones y dos hundimientos, que lógicamente han cambiado su fisonomía original, el último a finales del siglo XVIII. Las guerras han contribuido al expolio y los retablos y algunas imágenes y obras de arte han desaparecido. El aspecto exterior ha sido el que menos ha sufrido.
Se trata de un edificio con influencias mudéjares y con algunos elementos de marcado sabor renacentista, realizado en mampostería y ladrillo, con una sola nave dividida en tres tramos. Los fuertes estribos de ladrillo que destacan exteriormente originan en el interior someras capillas.
Centrada en la fachada de los pies se sitúa una torre mudéjar de planta cuadrada, estructurada en cuatro cuerpos, separados entre si por cornisas horizontales de varias molduras, en la que se abren dos grandes hornacinas con veneras y dos campanarios por cara, siendo su remate en chapitel octogonal que se remata con veleta de hierro, en el siglo XVIII se encontraba un reloj. En su base se dispone una portada granítica de sabor renacentista llamada "del perdón", compuesta por un doble arco de medio punto flanqueado por columnas de traza severa. El arco de acceso al templo, de medio punto rebajado con reducido tímpano que aloja un escudo con dos llaves cruzadas y sobre el mismo. Sobre éste arco, se abre otro, un tanto peraltado, que recibe en su enclave un escudo con la cruz de la Orden de Santiago. Un frontón con una pequeña imagen, y tres flameros, coronan la portada, formando un conjunto de notable interés.
Entre las imágenes más valiosas destacan; El Amarrado talla del siglo XVII y el Crucificado llamado El Cristo del Socorro (1630) del escultor extremeño Francisco Morato, es de tamaño medio y formó parte del antiguo retablo desaparecido. También se conservan algunas piezas importantes de orfebrería, como la custodia de mano, la cruz parroquial y las crismeras, todas ellas del autor Llerenense Diego Ximenez y datadas entre 1620 y 1630.
En la campiña del sur
de la extensa Extremadura
siempre inundado de luz
mi pueblo es una hermosura
luce por nombre el de AHILLONES
y es un bonito lugar
que guarda sus tradiciones
muy dignas de destacar
se encuentra en la carretera
cuatrocientos treinta y dos
es la nacional que une
Granada con Badajoz
cuando ya sierra morena
se asoma en sus cercanías
por eso tendrá mi pueblo
ese aire de serranía
tiene en sus alrededores
paraísos naturales
donde encontraras pastores
con ganado entre encinares
tiene una torre barroca
vestigio de su pasado
y una ermita con el CRISTO
por todos muy venerado
una elegante plazuela
y una plaza modernista
y el llano de las escuelas
que tiene bonitas vistas
cuando visites mi pueblo
veras inmediatamente
que lo mejor que hay en él
es el tratar con sus gentes
vive su semana santa
con rezo y recogimiento
y al llegar la pascua canta
en la procesión del encuentro
después ve de romería
a San Pedro o Fontanillas
no faltaran ese día
las boyas ni las rosquillas
en septiembre vive EL CRISTO
son las fiestas principales
quien no ha estado nunca ha visto
fiestas tan excepcionales
y podría contarte más
de las cosas de mi pueblo
pero lo mejor que harás
es que te acerques a verlo
prueba su gastronomía
bebe el vino de sus viñas
y volverás otro día
a recorrer su campiña.